La escoba llegó como en otras ocasiones a Google, y esta vez le toca el turno de morir al que irónicamente es quizás su mejor intento de crear una red social: Orkut, que gozó de cierta popularidad en algunos países aquí y allá, como Brasil y la India. Por supuesto, creo que todos sabemos a donde querrá Google que se vayan todos los repatriados…a Google+, su otra red social que si quieren mantener pero que no saben como darle vida. Si eres usuario de Orkut, el cierre de esta red será para septiembre 30 del 2014, pero tienes hasta septiembre del 2016 para sacar tus cosas usando Google Takeout.
El otro caído en esta limpieza de verano será una app que ahora que lo pienso bien ya tuvo su oportunidad y ahora que lo veo fríamente su existencai ya no tiene sentido: esta es QuickOffice, que era apenas un substituto para Microsoft Office; QuickOffice fue adquirida por Google en 2012 y este continuó su desarrollo…pero entonces hace muy poco Google dijo que integraría QuickOffice en Google Docs, así que ya dejó de tener sentido. La aplicación será sacada dentro de poco de Google Play (en semanas próximas), así que si por alguna razón obscura la quieres tener y usar, aprovecha para descargarla de una vez; igual si ya la tienes, la podrás seguir usando.
Pero no todo son noticias malas en la tierra de Google: resulta que hoy anunciaron la compra de Songza, un servicio que en pocas palabras existe para ofrecerle música apropiada para ciertos escuchas al momento de usar el servicio. Esto por supuesto es para hacerle frente a todos los que están metidos en el turbulento mundo de la música online, en particular Apple (con su compra de Beats), Amazon con Prime y también porqué no, de Spotify. Google no tiene planes de cambiar Songza por el momento, pero yo creo que es probable que veamos empotrada la tecnología en alguna parte dentro de Google Music, lo cual no sería algo descabellado…justo ahora después de Google I/O en el que lo único remotamente interesante que anunciaron es que viene una invasión de Google en varios dispositivos, contar con un sistema predictivo de música quizás no suena del todo mal.