Recordando la película Full Metal Jacket, en la cual el sargento Hartman regaña a Gomer Pyle por no tener cerrado el candado de su caja de efectos personales, y le dice: “si no fuera por idiotas como tu, ¡no habría robos en el mundo!“. Algo similar pasa con los passwords; a pesar de incontables ejemplos, muchas personas aún utilizan palabras sencillas o datos que pueden ser deducidos fácilmente, como nombre de la mascota, fecha de nacimiento, teléfono, secuencias simples como QWERTY o 123456, etc.
Unas estadísticas curiosas: 3.8 por ciento de los passwords son una palabra que se puede encontrar en un diccionario; 12 por ciento son una palabra más un digito, el cual dos tercios de las veces es 1. Otra estadística que llama la atención es que muchos usuarios no cambian los passwords por default que trae la computadora cuando la compran, y estos passwords son fácilmente encontrables en la red.